Evolución de las Redes Blockchain
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Fue en el año 1991 cuando los investigadores Stuart Haber y W. Scott Stornetta desarrollaron la primera cadena de bloques protegida mediante criptografía. Su objetivo era desarrollar un sistema en el que fuera imposible manipular las marcas de tiempo de los documentos almacenados en una red. Un año después, en 1992, añadieron al diseño los árboles de Merkle, lo que hacía posible la gestión de bloques en un entorno descentralizado.
En 2009, tras 17 años en los que no hubo desarrollos destacables al respecto de la idea, se publicó un «whitepaper» firmado bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto. En el documento se describía el funcionamiento de una criptomoneda llamada Bitcoin, que utilizaba una cadena de bloques distribuida (almacenada en distintos nodos o servidores). La seguridad y la transparencia necesarias se garantizaban con técnicas criptográficas e implementando un método de consenso para generar nuevos bloques. Esta propuesta orientada a la gestión de transacciones es lo que se considera la Blockchain 1.0.
Ya en 2014, el joven programador ruso-canadiense Vitalik Buterin, desarrolló una nueva red pública de blockchain llamada Ethereum. La gran novedad de esta nueva red es que permitía crear y ejecutar contratos inteligentes, lo que da comienzo a la etapa de Blockchain 2.0. A día de hoy, Ethereum es una de las redes blockchain más importantes y alrededor de ella ha surgido una potente comunidad de desarrolladores.
El siguiente hito destacable llega tan solo un año después. En 2015 la Linux Foundation presentó Hyperledger, orientado a la creación de soluciones blockchain para aplicaciones empresariales.
Después nacen nuevas redes como Cardano, Monero, Zcash o Dash, que pretenden aplicar mejoras, y solucionar carencias de las redes anteriores. Así mismo empresas como Microsoft empiezan a crear sus propias cadenas de bloques, generando alternativas privadas a las redes públicas lanzadas hasta ese momento.
En la actualidad, con la evolución de la Web 2.0 a la Web3, nos encontramos inmersos en la Blockchain 3.0. Este hecho augura un crecimiento exponencial en el uso de la tecnología para los próximos años. Los contratos inteligentes y las Dapps (Decentralized Applications) de blockchain hacen posible una nueva economía digital descentralizada y verificable, en la que son posibles todo tipo de transacciones entre iguales sin necesidad de recurrir a intermediarios. Por lo tanto, blockchain es la base de una nueva era en la que los usuarios puedan tener un mayor control y libertad en la gestión de sus datos y activos en línea. Los analistas apuntan a que todo esto desembocará en el Metaverso, dando comienzo a la Blockchain 4.0.
Otras tendencias actuales son la búsqueda de la interoperabilidad entre diferentes redes blockchain o la posibilidad de crear contratos inteligentes y Dapps basados en infraestructura cloud (BAAS = Blockchain As A Service).
También hay que destacar la capacidad de la comunidad de desarrolladores para proponer mejoras o solventar las carencias detectadas. Un ejemplo es el caso de Ethereum 2.0, donde se están buscando alternativas respecto al método de consenso utilizado en Ethereum para agregar nuevos bloques a la cadena existente, solventando así el problema del gasto energético que parecía limitar el potencial de la tecnología.
Tras analizar lo anterior y los pros y contras de cada alternativa, finalmente será Ethereum el protocolo blockchain elegido para el desarrollo del área de especialización Blockchain FP Euskadi. Como se ha explicado más arriba, Ethereum es una de las plataformas de contratos inteligentes más populares y es ampliamente utilizada en la industria. Está soportado por una gran comunidad de desarrolladores y dispone de una amplia gama de herramientas y recursos para el aprendizaje y la creación de contratos inteligentes. Esto llevado al contexto educativo, implica la posibilidad de disponer de gran variedad de casos de uso para analizar y de numerosas herramientas de desarrollo. También estaremos pendientes de la evolución de Ethereum a Ethereum 2.0, y de otros protocolos especialmente interesantes como Cardano e Hyperledger.
