Espacio colaborativo de investigación-innovación y formación en la tecnología adaptable a los usuarios con necesidades especiales en una vivienda
El presente proyecto parte de un proyecto anterior realizado en Tknika desde 2019, donde se plantea la investigación de adaptabilidad de la vivienda para personas dependientes. La Unión Europea definió en 2017 la Economía Plateada como el conjunto de oportunidades que comienzan a florecer a partir del gasto público y de los consumidores, ligadas a la transición demográfica que significa el envejecimiento poblacional y las necesidades específicas del mercado de las personas mayores de 50 años. (Peter Wintlev-Jensen. Director del programa en la comsión Europea).
De este modo, Silver Economy abarca toda una serie de actividades económicas transversales relacionadas con la producción, el consumo y el comercio de bienes y servicios relevantes para las personas mayores, tanto públicas como privadas, e incluyendo los efectos directos e indirectos que genera.
Además de ello, este proyecto pretende tener una visión más amplia, con el objetivo de una vida autónoma e independiente, adaptando la vivienda con la tecnología existente y por descubrir a las necesidades particulares del usuario/a.
Con todo ello, se desarrolla el presente proyecto creando un espacio simulando un hogar inteligente adaptado al envejecimiento u otras necesidades especiales donde la vivienda es un bien cuyo significado va más allá de lo económico, es el sitio donde transcurre una parte muy importante de nuestra vida. La casa es primordial para todas las personas, pero más aún para las personas de más edad, ya que a medida que pasa el tiempo, la casa cobra más importancia y significado. Existe cierto consenso en cuanto a los principios que debe de cumplir un entorno diseñado para el envejecimiento: compensar en la medida de lo posible la discapacidad, maximizar la independencia, reforzar la identidad personal, mejorar la confianza, poseer cualidades que permitan comprender el funcionamiento del edificio y orientarse con facilidad, controlar el balance de estímulos, promover la interacción social, otorgar la privacidad cuando sea la opción, proporcionar recorridos para la deambulación, tanto interiores como exteriores. Además las viviendas deberían mantener una «relación dinámica» con sus ocupantes, es decir, deberían responder a las situaciones cambiantes en función del ciclo de vida individual o familiar. En la medida que se vayan ajustando a las necesidades que surgen con el paso del tiempo en nuestros hogares pueden ser unos buenos aliados o nuestros mayores enemigos. De esta manera, el espacio debe cumplir con lo siguiente:
– Por una parte, en cuanto a la distribución de los espacios, la arquitectura se ha adaptado siguiendo los criterios del Decreto de Accesibilidad 68/2000, de 11 de abril, la cual permite que la distribución de los espacios resultantes estén adaptados para las personas con movilidad reducida. Esto permitirá que espacialmente se pueda habilitar a distintos colectivos con necesidades, además de las personas mayores.
– Por otra parte, la vivienda propuesta tendrá incorporada una instalación domótica que permitirá la investigación de adaptabilidad de una vivienda con la tecnología que hay en el mercado. Además de ello, se realizará búsqueda de tecnología en el mercado que permita, además de un envejecimiento activo y saludable, la adaptación del hogar a los distintos colectivos con necesidades especiales.
Esto permitirá como resultado un laboratorio de vivienda donde se pueda analizar, experimentar, probar e investigar cómo se puede habilitar una vivienda, adaptada a las necesidades que surjan a lo largo de la vida.
La integración de diferentes tecnologías nos permitirá la interacción de la robótica social, la Inteligencia Artificial, incidencia de la Realidad Virtual en las personas o la Realidad Mixta en la interacción con la vivienda, control mediante gestos, o el eye-tracking, entre otros.